La doctrina espiritista se expresa a través de la Ciencia, la
Filosofía y la Religión.
Ciencia: El Espiritismo es científico porque sus
principios son extraídos de la observación y la experiencia.
Eminentes científicos mundiales comprobaron por medio de la
investigación práctica de los fenómenos mediumnímicos que el
espíritu o alma es inmortal y que el hombre, junto con todo lo
creado, responde a un maravilloso Plan Divino que conduce a la
evolución universal.
Filosofía: Porque responde ampliamente al problema
metafísico de todos los tiempos; “qué somos, de dónde venimos,
hacia dónde vamos”. La filosofía espírita, además de abrir
nuevos caminos a la problemática filosófica del mundo moderno
sobre intrincados problemas del Hombre, nos capacita para amar a
nuestros semejantes y a todos lo que nos circunda. Está basada
en la fraternidad y su bandera es: “Hacia Dios por el amor y la
ciencia”.
Religión: El Espiritismo presenta todas las
características del campo religioso del conocimiento, desde la
afirmación de la existencia de Dios y de sus relaciones con el
Hombre, hasta la afirmación de la inmortalidad del espíritu y su
subordinación a la ley de adoración prescindiendo de dogmas y
rituales. El Espiritismo espiritualiza y evangeliza,
considerando a Dios, de acuerdo con las enseñanzas de Jesús,
como Padre Supremo, justo y bondadoso.
1. Existencia de Dios: inteligencia suprema, causa primera de todas
las cosas.
2. Leyes Divinas: eternas e inmutables que regulan el Universo material y
moral.
3. Preexistencia y sobrevivencia del espíritu inmortal (alma): principio
inteligente del Universo creado por Dios, sencillo e ignorante para evolucionar,
con libre albedrío, para llegar a la perfección, su destino final.
4. Periespíritu: cuerpo intermediario entre el espíritu y la materia.
5. Reencarnación: o pluralidad de existencias corpóreas del espíritu,
como medio ineludible para su evolución moral e intelectual.
6. Mediumnidad: facultad del ser humano que posibilita la comunicación de
los espíritus con el hombre de la Tierra.
7. Pluralidad de los mundos habitados: relacionados entre sí, de
diferentes niveles evolutivos, acordes con la naturaleza de los espíritus que en
ellos encarnan.
8. Jesús: espíritu superior, guía y modelo de la perfección moral a que
puede aspirar la humanidad en la Tierra. Su doctrina es la más pura expresión de
la ley de Dios.
9. Amor, justicia y caridad: virtudes imprescindibles para el progreso
moral del ser humano.
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